18 de agosto de 2013

Gracias

"No hay fecha que no se cumpla, plazo que no se venza, ni deuda que no se pague"

Después de 4 años de mal comer, mal dormir, andar a las carreras, vivir (neta: desayunar, comer, cenar y dormir) en la universidad, hacer viajes para comprar material, estudiar, hacer tareas, lidiar con compañeros que no trabajan, lidiar con compañeros que sí trabajan (si, también se puede discutir con ellos) y, en general, ser partícipe de un amplio abanico de experiencias buenas y malas, el momento de decir adiós a la universidad ha llegado.

Pero aún más importante, es momento de decir: GRACIAS.

A pesar de que salir de la Universidad es un gran logro personal, dista mucho de ser un logro obtenido a solas. Muchas personas han sido partícipes directa o indirectamente de este momento, y este espacio está dedicado a ellos.

Quiero dar, en primer lugar, gracias a mi madre, que a pesar de las numerosas dificultades con las que se ha encontrado, se mantuvo firme en su fe en mí, y fueron sus numerosos sacrificios los que me hicieron llegar hasta donde estoy parado. Este éxito es tan suyo como es mío.

En segundo lugar, y aunque no pueda leer esta publicación, las gracias son para mi Padre, quién, hasta el último día de su vida, creyó en mí y en mis capacidades, incluso mucho más de lo que yo alguna vez llegué a creer en ellas, y quien me apoyó en todas y cada una de las decisiones que llegué a tomar en mi vida, por mas estúpidas que estas fueran.

Fue el recuerdo de mi padre, y la lucha de mi madre, las 2 razones que me motivaron a continuar esforzándome, aún en los días más difíciles.

También quisiera dar gracias a:

Caro Belén, la mujer que permitió, gracias a su gran corazón y sentido de justicia, que yo pudiera entrar a una Universidad a estudiar. Gracias bei, por no quedarte callada cuando dije que no iba a estudiar después de la prepa, y gracias por todo lo que se derivó de ello. Eres una piedra angular en mis estudios.

A PINSA, empresa que se comprometió a pagar los gastos generados por mi estudio, y sin la cual no hubiera sido posible estudiar una carrera.

A mi familia. Todos mis tíos, todos mis primos, mis abuelos y hermanas. Siempre hicieron todo lo posible por ayudarme cuando la carga se volvía muy difícil.

A mis jefes Scouts. Sus enseñanzas de vida me prepararon para hacer  mi propio camino, aprender de mis experiencias previas, y a aprender del camino que otros han trazado para sí.

A mis amigos Scouts. Las experiencias que viví con ustedes me moldearon, y fueron una preparación para lo que habría de venir después.

A Edgar y Alvaro. Gracias a los 2 por nunca negarme un consejo cuando lo he necesitado. Esos consejos me han ayudado más de lo que se imaginan.

A los Francos. A pesar de que no hablemos tan seguido como antes, ustedes nunca me han dejado solo, y su apoyo incondicional me han ayudado a seguir adelante.

A Forseti. Hermano, ¿Qué puedo decir que no te haya dicho ya? A pesar de que vives hasta el demonio de lejos, siempre has estado ahí, listo para ayudarme, aconsejarme, y en ciertos casos, y a falta de una mejor solución, mentar madres.

A Mao. Pinche ahijado, desde que éramos morros has sido uno de mis mejores amigos, y aunque no lo creas, las babosadas que hemos hecho me han enseñado mucho.

A todos mis maestros. Gracias por compartir conmigo su conocimiento. Me ayudaron a darme cuenta de que las cosas que sé representan una nada en el vasto mundo de conocimientos que hay, pero alimentaron mis ganas de aprender siempre más.

A mis compañeros de la universidad y de carrera. Gracias por acompañarme en este viaje. Nunca olvidaré las desveladas que nos dimos juntos, y los proyectos ambiciosos que diseñamos y desarrollamos (muchas veces sin éxito).

A Tony y Omar. Gracias por aguantarme tanto tiempo. Neta merecen una medalla. Hemos pasado juntos noches en vela, mañanas en ayunas, y tiempos de pobreza, y han sido algunos de los mejores de mi vida. Gracias por todos esos momentos, y espero que nunca se olviden de mí, así como nunca me voy a olvidar de ustedes.

A todas las demás personas que han sido parte de mi vida.  Es obvio que no puedo poner agradecimientos a todas y cada una de las personas que conozco, ya que la lista sería eterna. A pesar de ello, sepan que me acuerdo de ustedes, y agradezco a cada uno de ustedes todas y cada una de las experiencias que vivieron conmigo. De todas he aprendido algo, y eso definitivamente le dará un tinte distinto a mi vida.

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