21 de julio de 2012

Ruta Excalibur Toluca 2012: Día 2

Viernes 13 de Julio
Segundo día de Ruta


"AAUUUUUuuuuuuuuu"
Eran las 4:00 y el cuerno del clan ya estaba sonando.
Me levanté, aún soñoliento, me puse mi camisa de licra, mi uniforme y mi chamarra.
Me quedé sentado en mi cama, en la parte de arriba de la litera donde a Casián y a mi nos había tocado compartir cama. Sabía que no tardarían en llamar a líderes.

Efectivamente, algún tiempo después, escuché el sonido distintivo del llamado de líderes.
Me bajé de la cama, me puse mis botas, y salí al gélido frío de la madrugada, al lugar de donde provenía el llamado. Ahí el Staff nos indicó la hora de salida para cada equipo, y nos repitió que este sería el día más pesado y largo de los 4, que nos fuéramos con cuidado.

Regresé a la habitación, donde mis compañeros aún dormían (o estaban medio despiertos), y los desperté, mientras acomodaba mi mochila del día.

Una vez que tuve mis cosas listas, con Josué y Ulises a comprar un poco de comida y Coca-Cola para el día que teníamos por delante.
Compré una Coca-Cola para cada uno de nosotros, además de unas naranjas y atún, no quería correr riesgos con la comida, pues no sabía exactamente por donde pasaríamos, y por lo tanto, si tendríamos la posibilidad de comprar comida en el trayecto del día.

Después de comprar las cosas, regresé al cuarto, donde el resto del equipo estaba guardando las últimas cosas.
Les entregué a cada uno lo que les había comprado y les dije que se apuraran, pues ya era hora de recibir las coordenadas y salir.

La hora de salida que se nos había asignado era las 5:18, y para las 5:26 ya habíamos dado el grito y estábamos en movimiento, y entonces estalló en el equipo la primera discusión del día: ¿Por dónde bajamos?.

Existían 2 puntos de vista:

  • Bajar por el camino de terracería por donde bajan los carros
  • Bajar por el empinado camino que habíamos utilizado el día anterior
Yo opinaba que el camino del día anterior era demasiado empinado y no teníamos suficiente luz ambiental como para irnos por ahí sin sufrir un accidente (cabe mencionar que a las 5:30 no había salido el sol).
Mao opinaba que con lámparas y cuidado se podía bajar por ahí. 

Pregunté entonces al resto del equipo su opinión al respecto, y después de una muy breve discusión, llegamos al acuerdo de bajar cortando por el camino del día anterior, con lámparas encendidas al frente, en medio y atrás, alumbrando el camino de los demás. 

Bajamos, como era de esperarse, mucho más rápido de lo que habíamos subido el día anterior, con unos cuantos resbalones, pero sin problemas serios. 

Ahora nos encontrábamos cerca de la entrada al parque que se encuentra a las faldas del nevado. 
El camino a seguir era continuando por el camino que daba a la carretera, junto con una "vuelta en U" para tomar la carretera, rumbo a un poblado llamado "La Loba". 

Así que eso hicimos. 
Caminamos por el camino de terracería, con una oscuridad completa rodeándonos, rota únicamente por la luz de las lámparas que llevábamos en las manos. 
¿Mencioné ya que estaba sumamente oscuro?

Caminamos un buen trecho, siguiendo siempre el camino que teníamos enfrente, esperando un punto donde la tierra se convertía en asfalto, y donde los carros pasaban con mayor frecuencia.

Alrededor de kilómetro y medio antes de llegar a ese punto, alcanzamos a ver la carretera en terreno más bajo que aquel por donde transitábamos.
Nuestra inmediata reacción fue buscar un atajo, un sendero, un camino que pudiera llevarnos del camino de terracería al de asfalto, para ahorrarnos algunos kilómetros...y recuperarnos algo del tiempo perdido al inicio.

Al llegar al camino de asfalto, giramos en torno a "La Loba" y continuamos nuestro recorrido.
Llevábamos cerca de media hora de camino, cuando Mao se retrasó un poco porque quería ir al baño.

Lo esperé, y reanudamos nuestro camino hablando de algunas cosas que por la distancia y el tiempo no sabíamos el uno del otro.

Caminamos como una hora, y luego caminamos más. Cuando nos quedaba alrededor de 1/4 de camino, nos detuvimos a descansar un poco. En este punto yo había puesto mi celular a tocar algunas canciones que me ayudarían a continuar a pesar del cansancio.

Cuando terminamos de descansar, nos levantamos y continuamos caminando, con un paso un poco más lento, característico de las personas que están cansadas mentalmente de no llegar a la base por más que caminen.

Justo cuando los chavos de Guanajuato y los de mi propio equipo empezaban a quejarse, desanimarse e incluso afirmar que nos habíamos pasado el punto o que estábamos perdidos, llegamos al camino que se alejaba de la carretera y entraba al poblado. ¿Cómo lo supimos? Pues había unos miembros del Staff con una camioneta descompuesta (o eso asumo por lo que escuché el resto del día sobre ella) haciendo señas de que continuáramos por ese camino.

Tomamos ese camino, y encontramos algunas vacas en él. No pude evitar sentirme nervioso, y esperar a que Casián se lanzara a un becerro para domesticarlo. Afortunadamente, eso no pasó.

Llegamos a la base a las 8:56, y en esta base nos re abastecimos de agua, y después de cotorrear con el Staff un poco, tomamos camino rumbo a la base 2 del día, localizada en Hoyos de Vazquez.

Para llegara este poblado, teníamos que atravesar un poco de bosque, bajando por un sendero, hasta llegar al pueblo.

Es muy importante para mí afirmar que el paisaje que encontramos en este tramo del camino fue increíblemente hermoso, y me llegó a quitar el aliento varias veces.

Hermoso he dicho

 Bajando un poco más, nos encontramos con un equipo de mujeres que estaba corriendo la ruta, y al parecer llegamos justo en el muy prudente momento en el que una de ellas iba a orinar.
A lo lejos escuchamos: "¡NO VOLTEEN PARA ACÁ!"
Esto, por supuesto, hizo que muchos voltearan la cabeza, sin conseguir distinguir nada entre los árboles.

Para no olvidar el punto, conmemoramos el momento con 2 fotos:
Una del equipo de la niña que se fue al bosque


Y otra de nuestro propio equipo

Hecho esto, continuamos nuestro camino.

Un poco más adelante de ahí, el camino se dividía en 2, como es costumbre de todos estos caminos, y nos preocupaba la repentina separación de ambos, así que algunos se fueron a explorar para ver si se unían más adelante.
Para nuestra decepción, no era así, por lo que elegimos el camino de la izquierda.

Cuando el equipo se disponía a continuar, un repentino mensaje divino me hizo sugerir que continuaran sin mí, ya que tenía que ir al baño. Mao se quedó esperando, y posteriormente él y yo bajamos lo que quedaba del cerro corriendo para alcanzar al resto del equipo, y para rebasar a otros equipos que habían pasado.

Corrimos y corrimos, pasamos una cerca de alambre de púas, luego a un equipo, y seguimos corriendo.
Cuando nos encontramos con nuestro equipo, seguimos corriendo la bajada, y ellos también, en un afán por llegar antes que los equipos que venían detrás nuestro.

A las 10:08 llegamos a la base, en la que no nos quedamos mucho tiempo, ya que traíamos la adrenalina de la corrida.
Antes de irnos no pudimos evitar ver a un equipo detenido en la base, donde un integrante se estaba sobando sus ampollas con fervor casi religioso en un afán por desaparecerlas (cuentan las leyendas que duraron ahí sentados un par de horas).

Seguimos un camino que nos llevó a las orillas del pueblo.

Y que igual se veía un paisaje hermoso

El mapa decía que había que internarnos en bosque nuevamente para llegar a la siguiente base, localizada en el pueblo de nombre: "La comunidad"

Preguntamos a los pobladores por donde continuar, y nos dirigieron hasta el punto donde iniciaba el bosque nuevamente. Según nos afirmaron, "Todo el camino es de bajada, está aquí en corto, como a 40 minutos, solo sigan derecho este sendero que entra al bosque".
SI CLARO.

Entramos al bosque, y después de 10 minutos de camino... una bifurcación. "Sigan derecho dijeron, llegarán al pueblo dijeron" fueron las primeras palabras de Mao ante tal suceso.


No pude contener mi decepción, al ver semejante barbaridad ante mis ojos. El hombre había dicho que era UN camino, no 2... y mucho menos 4, ya que a unos 50 metros por una de las bifurcaciones... había otra.

¿La solución? Buscar huellas. Simple. Un par de botas marcadas en el lodo delataron el posible camino, y todos estuvimos de acuerdo en seguirlas... sin perder de vista la brújula. 

Seguimos senderos marcados con botas durante lo que pareció una eternidad, y aún así seguíamos caminando. Periódicamente revisaba la brújula para revisar si íbamos en la dirección correcta, pero como los caminos serpenteaban y ya estaban marcados, era difícil seguir un rumbo establecido. 

Continuamos, las horas acumulándose a nuestro tiempo de recorrido, y cada vez nos íbamos desesperando más y más. A lo lejos veíamos pueblos en los cerros, pueblos en la distancia, pero ningún camino nos llevaba a ellos, y todos los caminos se parecían entre sí. 

Conforme los minutos pasaban, cada quién iba perdiendo su sanidad, hasta un punto en el que todos estábamos enojados con todos. Caminando como zombies por los caminos que creíamos, nos llevaban a nuestro destino.
Entonces, encontramos un camino que parecía muy transitado, parte de él fue hecho por un río, otra parte por caballos, burros, cabras, humanos. Decidimos seguirlo, ya que se dirigía al Oeste, que era exactamente lo que buscábamos. 

Después de caminar un rato, por fin, logramos ver un pueblo. La emoción nos comía internamente, y nos apuramos a llegar a él. 

Llegamos al pueblo "San Antonio Albarranes" a las 12:21, para sorpresa nuestra. Lo que para nosotros habían sido horas y más horas en realidad solo habían sido 2. Y lo que era mejor: La comunidad estaba muy cerca, caminando por una carretera. 

Después de todo, las cosas habían salido mucho mejor de lo que habíamos esperado.

Seguimos la carretera rumbo al norte, un poco recuperados mentalmente de nuestro momento de locura.
Seguimos el camino alrededor de 20 minutos, los últimos 10 trotando para no perder más tiempo en llegar a la base.

Llegamos al pueblo por el sur, a unas calles de la escuela donde se encontraba la base.
Cuando a lo lejos vi la base, le dije al equipo que corriera a ella, teníamos que llegar y teníamos que hacerlo YA. El problema fue que justo cuando me disponía a hacer sprint, atrás de mí escuché a un perro ladrar, y a Mao gritar: "¡¡WeeEEeEEEEeeeeyyyyy un perro!!". Me giré justo para ver como el perro se acercaba a Mao con el exclusivo objetivo de ladrar.
-"Haz como que vas a recoger una piedra Mao, eso los hace retroceder"
-"Wey, no hace nada, me sigue ladrando"
-"Sigue avanzando entonces, no te seguirá"
-"Wey.. no deja de seguirme... ni de ladrar"
Tomé una piedra entonces y se la lancé al perro, y lo único que hizo fue morder la piedra y seguir ladrando
-"Mao... corre hacia la base, yo voy a ir atrás de ti, a mi no me está agrediendo, igual y le doy una patada o algo"

Comenzamos a correr, Mao por delante, y yo vigilando al perro un poco más atrás.
Para nuestra suerte, después de seguirnos alrededor de 5 metros, se quedó en su sitio ladrando, y logramos llegar a la base, donde Belem de Durango, el resto del Staff y nuestro equipo nos echaban porras para que llegáramos.

Inmediatamente al llegar gritamos (eran las 12:50),  y recibimos las coordenadas, que nos marcaban un punto relativamente cercano al lugar donde nos encontrábamos.

Se nos explicó que teníamos 20 minutos de tiempo muerto, para descansar, recargar agua, comer bien e ir al baño, cosa que no dudaron  algunos en hacer de inmediato.
Nos re abastecimos de agua, tiramos la basura que llevábamos, y nos paramos, habíamos decidido no usar los 20 minutos de tiempo muerto, pues habíamos perdido algo de tiempo en el camino, y no queríamos que se nos hiciera tarde sin terminar las 7 bases del día.

Salimos de la base, y decidimos hacer una escala en una tienda, para comprar Coca-Cola y sabritas, solo para mantener el hambre a raya. Fue en ese momento que a Casian se le ocurrió la fantástica idea de ir al baño, para lo que tardó un poco. Yo comenzaba a impacientarme.

Cuando Casián llegó del baño nos pusimos en marcha, siguiendo una calle importante de la ciudad rumbo al suroeste.
El mapa que llevábamos no marcaba ningún camino, sin embargo, estábamos en un camino de concreto hidráulico. Nuestras dudas se disiparon más adelante, donde una placa indicaba que el camino se había inaugurado en el 2009, cuando nuestro mapa era de 1997, esa pequeña diferencia de fechas nos causaba en realidad más problemas de los que habíamos pensado antes.

Poco después llegamos a un punto que parecía que era el fin del camino. Preguntamos a la gente de alrededor y se nos informó del verdadero camino que teníamos que seguir para llegar a la base 5, que se encontraba en la orilla de un río, según las coordenadas.

Corregimos el rumbo, y no mucho tiempo después nos encontrábamos caminando en otro pueblo llamado Santana.

Para las 14:13 estábamos llegando a la base número 4, donde Ulises (un chavo de Staff que venía con nosotros) nos recibió, anotó la hora de llegada y entregó las coordenadas siguientes.

El Horror. El Horror puro. El nuevo punto se encontraba en el corazón de un cerro. Adentrado en la sierra, el punto que representaba a la base 5 también representaba uno de los mas grandes temores de nuestro equipo: Tener que subir mucho y en un lugar donde triangular era imposible.

Un miembro del Staff se nos acercó a explicarnos como estaba la dinámica de la siguiente base:
Teníamos que cruzar un improvisado puente de madera, y de ahí subir por el sendero marcado hasta el fin de los tiempos, o hasta llegar a la base, lo que pasara primero.
Sinceramente, descansé al escuchar esto. Lo cierto es que un sendero marcado dejaba menos espacio para perderse, y eso me aliviaba de sobremanera.

Gritamos y partimos de la base. A unos 3 metros se encontraba el punto donde un puente se erguía para ayudarnos a cruzar el río. Y por puente quiero decir: "Escaleras puestas horizontalmente", ya que ese puente no tenía cara de puente.
Cruzamos cada uno de nosotros el puente, no sin antes tomarnos cada uno una foto, porque las fotos NO pueden faltar.


Y nadie pudo tomar una foto decente de su servidor cruzando

Una vez del otro lado del río, nos encontramos con un miembro del Staff de prensa, que nos tomó una foto en una cascada que se encontraba a nuestras espaldas.

Así pero con nosotros 4
Después de esta nueva foto, nos dejó pasar y ante nosotros se abría el bosque.
Hicimos lo que cualquier hombre cuerdo hubiera hecho (en realidad no) y nos adentramos en el bosque, subiendo más y más el cerro, dando vueltas, saltando troncos, avanzando.

Pasados unos 15 minutos, comenzamos a encontrar pruebas de que en algún lugar del cerro había gente viviendo. Encontramos chozas, perros encadenados (que no dejaban de ladrarle a Mao) y alguno que otro cultivo.

Mientras más avanzábamos, mas subíamos, y la altura nos iba cansando más, hasta el punto en el que decidimos detenernos a tomar Coca y a comer chocolate, mientras que respirábamos y recuperábamos el aliento.

Una vez que nos sentimos mejor, continuamos un poco más.

Cuando estábamos por planear un segundo descanso, escuchamos gritos unos metros más arriba. Estos gritos nos dieron el último empujón necesario para llegar a la base, que alcanzamos unos minutos después.
Hicimos acopio del aire en nuestros pulmones y gritamos, para entonces recibir las coordenadas del punto 6.
Una vez localizado el punto, preguntamos por alguna referencia que pudiera llevarnos a ese punto. Las instrucciones que recibimos fueron mas o menos así:
"Van a seguir avanzando por el sendero marcado, se van a topar con un árbol caído, continúen por el camino, saltando el árbol, hasta que lleguen a una bifurcación donde han de ver una puerta de madera. Van a tomar el camino de la puerta, y van a salir del bosque cuando lo hagan. Una vez fuera, crucen un huerto de aguacates, si se topan con algún acantilado o barranco, regresen y tomen otro camino de los que encontrarán en el huerto. Eventualmente uno de los caminos los ha de regresar al bosque, pero del otro lado del río, sigan un camino que encontrarán y van a llegar a la base"
-"¿Oye, y este camino que viene marcado en el mapa?"
-"Como referencia, ese camino no existe"

Con toda esta información, partimos.
Avanzamos por el sendero y, efectivamente, encontramos el árbol tirado, lo que significaba que íbamos bien.
Después del árbol, encontramos una bifurcación, pero como no vimos la dichosa puerta, no cambiamos el rumbo y continuamos avanzando.
Eventualmente nos topamos con un cerco de madera y alambre de púas que estaba abierto y que daba a un campo de cultivo. Asumimos que la puerta que había de cerrar el paso a los carros sería la puerta referida, y avanzamos por ese camino, hasta llegar a un cultivo... de maíz.
¿Maíz? Nos habían indicado aguacate, no maíz. El único detalle es que, tras preguntarle a unos muchachos que estaban por ahí, nos dimos cuenta de que sí había cultivo de aguacate, pero más adelante.

Seguimos a través del maizal, aunque cabe mencionar que ya casi todo el maíz estaba muerto o quemado.
Avanzamos, y nos topamos con un bosque que nos recordó al bosque prohibido de Harry Potter. Oscuro, tupido, tenebroso hasta cierto punto.








Cruzando el bosque había un camino para carros, que seguimos hasta llegar a una pequeña granja, donde preguntamos por el cultivo de aguacates.

Las direcciones que recibimos en la granja nos llevaron, en efecto, a un cultivo de aguacates, y el camino que nos llevó a él nos llevó también a un pueblo llamado Jesús del Monte, que se encontraba un poco lejos del punto a donde nos dirigíamos.

En el pueblo, varios equipos comenzaron a llegar, y los encargados de los mapas discutíamos entre nosotros y preguntábamos a los pobladores por pistas que nos pudieran llevar al punto. El clima no había sido muy benévolo y para este momento estaba lloviendo ya.

Al final, después de estar alrededor de 15 minutos discutiendo, nos volvimos a mover, tomamos un camino de terracería que supuestamente cruzaba el huerto de aguacates y nos podría llevar. Lo cierto es que el camino parecía ser muy prometedor.

Seguimos el camino durante lo que pareció una eternidad, aumentada por la lluvia, el cansancio y las constantes vueltas que daba el camino, hasta que nos encontramos con 2 Rovers de Puebla que nos dijeron que habían ya buscado durante horas la base sin éxito alguno. Nos recomendaron regresar por donde habíamos venido y llegar al campamento base en barredoras.

Mientras deliberábamos sobre esta importante decisión, el resto de los equipos nos fueron alcanzando, hasta que estábamos en un debate, en lugar de una decisión de equipo.
Todos juntos decidimos que si nos perdíamos, era mejor que estuviéramos todos juntos, pues sería más fácil que nos encontraran.

Antes de que cualquier equipo tomara una decisión, comenzamos a llamar a Staff y a dirigentes para pedir consejo, y pese a las diferentes opiniones que nos dieron, decidimos regresar al pueblo.

Al llegar al pueblo, nos dimos cuenta de que ya se habían organizado algunos medios de transporte para llevarnos al campamento base del día, a manera de barredora.

Nos subimos todos los equipos y entonces fuimos transportados a dicho lugar.
Ese recorrido representó un tormento para mí. El frío, la humedad (seguía lloviendo) y el tiempo de recorrido se fueron acumulando, de manera que el cansancio se multiplicó, y para cuando llegamos al campamento base, a eso de las 19:10, yo ya estaba entumido completamente y cansado como si hubiera venido caminando el trayecto desde Jesús del Monte hasta Temazcaltepec.

Una vez en el campamento base, Edgar, mi Jefe de Clan, me pidió que fuera a registrar la llegada del equipo, cosa que hice, para posteriormente moverme con mi equipo a las gradas de una cancha de fútbol, donde nos cambiamos de ropa y pusimos a orear la ropa húmeda.

Ahí nos quedamos, platicando y descansando, hasta que nos fuimos a cenar.
La cena para nosotros consistió de un Hot-dog cada quién (excepto Josué) y una orden de enchiladas cada quién (de nuevo, con excepción de Josué).

Después de cenar, mi equipo se fue a armar la casa de campaña, mientras yo asistía a una reunión de líderes donde nos dijeron que ya podíamos armar las casas de campaña.
Posterior a la reunión, me quedé charlando con mi amigo Shinobi, del equipo Corazón de León, quién me contó sus aventuras del día. Al parecer, él estaba muy contento de haberse perdido, pues tuvo la oportunidad de ver paisajes nuevos, conocer mejor a su equipo, y disfrutar de la naturaleza como pocas veces uno tiene la oportunidad de hacerlo.
Por desgracia, su equipo no pensaba así, y el no haber dejado participar a un integrante, y haber llegado solamente a la 2 base les causaba gran irritación.

Después de unos 10 minutos de plática, Ulises llegó para decirme que Edgar me llamaba, así que tuve que despedirme y retirarme.

Fui con Edgar, quién nos dio la orden al equipo de recoger las cosas que eran nuestras y nos fuéramos a dormir.
Así lo hicimos, y tras recoger las cosas que no se iban a dejar oreando, nos fuimos a la casa de campaña para poder descansar.

Al irnos a dormir, no pude evitar pensar que lo más difícil ya había pasado, y habíamos sobrevivido y terminado sanos y salvos. Esto me dio un poco de confianza, y sobretodo, esperanza para el día siguiente, que prometía ser menos pesado. Esa noche el sueño llegó mucho más rápido y fácil que las noches anteriores, pues el miedo se había esfumado.

Pero en realidad, yo no tenía idea de lo que había preparado para nosotros al día siguiente, pues al destino le resulta muy divertido jugar con nuestros planes y expectativas, y le gusta recordarnos que en realidad no somos capaces de controlar las circunstancias que nos rodean.

Fin del día 2 de 4

Tyr

Día 1Día 3Día 4

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